El perro, el mejor amigo del hombre, la mejor compañía, la más fiel y la más pura que uno puede disfrutar sin importar qué tan malo o qué tan bueno sea el momento que estás pasando.
Prácticamente, por más de dos terceras partes de mi vida, he vivido con perros y aunque desde que me salí de casa de mis papás no tengo uno viviendo conmigo, sí los tengo en casa de mis padres.
Mi historia perruna empieza con Trixie, una beagle, que llegó en una época donde todos éramos muy chicos y mis papás, que se las arreglaban para cuidar a una familia con cuatro chilpayates, supongo que todo hizo que le faltara un poco de atención a una perrita que siempre fue muy buena.
Tiempo después llegó Layla, bautizada por el mismísimo Eric Clapton y que era mía. Aquí sí de mi parte y como promesa para tenerla en la casa, me hice cargo de ella, enseñándola a hacer sus necesidades donde debía y en general a ser una perra extremadamente cariñosa conmigo y con mi papá. Solo tenía un pequeño problema, un carácter un poco difícil, que quiero pensar que no lo sacó de mí jeje.
Estuvo conmigo probablemente en una de las etapas más difíciles y aunque sé que hizo sufrir a algunos jajaja, yo le agradezco por haber estado y por lo menos sacarme a pasear.
Poco después de Layla llegó uno de los que están en la portada, el Greñas. La verdad, tengo que confesar que yo no lo quería en la casa, era quitarle el reinado a Layla y sobre todo sabiendo que ella no era la más sociable. Aún así, mi hermana Mayte logró que se quedara y que, bueno, a pesar de que no aprendió a hacer pipí donde debía, nos cae muy bien a todos. Un empedernido volador de Papantla, saltando por todos lados, encima de uno y con la gran peculiaridad de perder hasta el nombre cuando lo rapan. (Un poco ilógico llamarle Greñas a un perro que queda como xoloitzcuintle cuando le cortan el pelo).
Y por último está Shadow (es macho), un perro que también llegó por mi hermana Mayte, supuestamente un pastor Belga, en la foto a ver si le encuentran algo. Un perro negro, de 44 kilos, con ojos azules y poderes curativos.
Después de que falleciera Layla, dejé de pasear a los perros ya que pues mi responsabilidad estaba solo con ella, hasta que mis papás hablaron conmigo porque simplemente no podían con Shadow y que si yo lo podía sacar, a lo que accedí porque es muy buen tipo.
Gracias a él he empezado a sentir el peso de mis 33 años. Normalmente está tranquilo, pero ese momento en el que te acercas a donde están las bolsas para recoger sus monumentos a la caca, hace que se active una energía tremenda.
Logré ponerle su correa y me preparo para abrir la puerta y saber que voy a vivir los 5 minutos más movidos del día. Al principio intenté salir con Greñas y Shadow juntos, lo que es un poco difícil, ya que cuando te jala un perro/caballo, los 8 kilos de Greñas no sirven de contrapeso por lo que él también es arrastrado al salvaje paseo.
Esos primeros 5 minutos, afortunadamente, cuentan con unas largas pausas gracias a que una de sus actividades favoritas al salir es hacer grandes cantidades de pipí, charcos en la calle que cuando regresas, siguen intactos.
Una vez que pasan los primeros minutos del paseo, todo se tranquiliza. A veces solo hay jaloneo cuando hay un perro que no le cae bien, pero son contados. Todo lo que queda del paseo es competir con Greñas a ver quién mea más árboles y aventarse su pastelote de popó en las lámparas que están en el piso para iluminar un edificio de oficinas (iba a poner el nombre del edificio pero van a saber que somos nosotros).
Mi experiencia puede decirles que si no han tenido un perro, se han perdido la oportunidad de sentir la adrenalina de dormir a la orilla de la cama, de ser pisoteados al ser dormido, de levantar cosas que son todo menos de estado sólido, pero que llegues como llegues, deprimido, triste, enojado o destruido, siempre, de los siempre, te reciben moviendo la cola, felices y sí, se puede todo esto por la módica cantidad de un pedazo de tu comida.
Y hasta aquí por el momento, que me pongo sentimental y porque me ha tocado cuidar a otros perros también muy grandiosos.
Nos vemos el miércoles que viene.
Layla <3
Para motivarse:
El Greñas
Así todos los días
El video motivacional 💯